Tres diferencias entre escuchar y simplemente oír
Para los seres humanos, la comunicación es un aspecto básico. Especialmente en el trabajo, donde las relaciones interpersonales son importantes tanto con los compañeros como con los superiores o empleados. Y también en las relaciones de pareja, en las cuales una de las señales de una buena salud emocional y sentimental es el poder tener un buen diálogo.
Y la escucha activa es la base para toda buena comunicación, aunque no siempre se presta la atención necesaria a la otra persona. Y es que hay ciertas diferencias entre sólo oír al otro y escucharle, Vamos a verlas.
La importancia de la atención
La atención es uno de los aspectos más importantes. En los últimos tiempos, en gran parte debido al rápido nivel de vida que llevamos y el estrés al tener que esforzarnos para hacer y pensar demasiadas cosas, la falta de atención es cada vez más habitual. Y eso afecta a las conversaciones y los diálogos.
Cuando la persona se limita a oír, en lugar de escuchar, su atención no está por completo en el diálogo. Y es muy fácil que la mente se vaya a otro lugar o a otros pensamientos porque la energía personal no se centra por completo en hablar con la otra persona.
La actitud
La segunda diferencia importante es la actitud durante el diálogo. Esta es muy diferente cuando se está escuchando y cuando simplemente se oye al otro. La clave para mantener realmente una actitud de escucha activa es olvidarse de todo lo demás durante el diálogo, y no hacer caso ni al teléfono, ni al reloj, ni a nada que se encuentre alrededor.
La empatía
Cuando escuchamos de verdad, activamente, somos capaces de sentir empatía y darnos cuenta de ciertos matices del diálogo de los que no somos conscientes cuando simplemente oímos. Esa es la razón por la que es tan fácil malinterpretar lo que nos dicen si sólo estamos oyendo a la otra persona. La escucha activa nos hace mantenernos presentes en el diálogo, altamente concentrados, y sin que interfieran negativamente ruidos u otros aspectos externos a la conversación.