Qué hacer después de tener una decepción
La decepción es una emoción amarga que casi todo el mundo ha sentido alguna vez, sobre todo cuando alguien no le ha sabido valorar ni tratar como se merecía… o como creía merecer.
Siempre que nos sentimos decepcionados con alguien, la reacción que tomamos suele ser alejarnos de esa persona, principalmente por nuestro propio bien, además de sentir rabia e ira ya que estas sensaciones sirven en ocasiones de ayuda para proteger de dolor a las personas. Y muy a menudo también se siente tristeza, ya que es una emoción natural al sentirnos decepcionados por una persona a la que no sólo teníamos cariño, sino que se lo seguimos teniendo.
Pero la vida siempre continúa y, como se suele decir, “el tiempo cura todas las heridas”. Según pasa el tiempo las emociones cambian y llega un día en el que la decepción que sentimos ya no nos afecta como antes e incluso podemos sentir compasión por esa persona que nos decepcionó. Y en ocasiones nos gustaría que todo hubiera sido diferente y que se pudiera recuperar la amistad que se tenía con lo otra persona aunque no sabemos si esto podrá ocurrir.
Lo cierto es que hay relaciones que, tras un bache considerable, salen reforzadas. Pero también es cierto que mientras uno (generalmente quien ha sufrido al decepción) siente la necesidad de valorar nuevamente a la otra persona, tal vez el otro no hace nada por decirle que le echa de menos o que quiere recuperar la relación que tenían en el pasado. En ese caso, tendremos que plantearnos si realmente vale la pena el esfuerzo que vamos a realizar por la otra persona o si tenemos que valorar a alguien que no piensa más que en sí mismo y que no parece necesitar a los demás.